El futuro de un niño puede depender de la influencia positiva o negativa que se le transmita en un instante concreto de su formación.
Algo notable sucede en nuestras vidas si damos con quién cree y confía en nuestro talento, por encima quizá de nuestra propia fe en nosotros mismos. Alguien capaz de transmitirnos el conocimiento esencial de la vida, que más que con fórmulas matemáticas o complejos algoritmos, tiene que ver con enseñarnos a reconocer la mágica realidad del mundo infinito que nos rodea, o la necesidad de no perder jamás nuestra curiosidad y mantener perpetuamente abierta la puerta al entendimiento, la sabiduría y la educación.